Es una terapia complementaria que se utiliza para equilibrar los puntos de energía del cuerpo (chackras) con cuarzos y piedras. Los chackras reflejan características del organismo como si se tratara de un mapa y proporcionan datos sobre los episodios vividos a lo largo de nuestra existencia que quedan registrados en nuestro campo energético como “impresiones” o marcas. Estas “impresiones” interfieren en nuestra salud emocional manifestándose a nivel físico, a veces, a través de enfermedades y/o malestares tales como insomnio, gastritis, dolor de cabeza, cansancio, etc.
Beneficios de la cristaloterapia: relajación, disminución de la sensación de ansiedad, mejora el sueño, reduce la sensación de fatiga, equilibra y desbloquea todos tus centros de energía y limpia tu campo áurico.
Precauciones: No hay contraindicación alguna ni interacciones con otros tratamientos o medicinas. No reemplaza un tratamiento médico ni toma de medicamentos.
Recomendaciones para asistir a la sesión de cristales: venir sin joyas, sin reloj, mantener el celular en mudo, vestir ropa cómoda, holgada, pantalones sin cinturón, ropa de preferencia de color blanco o colores claros (evitar el color negro, rojo, gris, marrón), calzar medias blancas de algodón o felpa y unos zapatos cómodos. El paciente puede elegir quitarse o no los zapatos.
Duración de la sesión: 40 minutos.
Descripción de una sesión: paciente vestido con su propia ropa cómoda y recostado boca arriba sobre la camilla, luz tenue en el ambiente, música de relajación, aroma a incienso. Se hace un rastreo con el péndulo sobre sus centros de energía (chakras) para hacer un diagnóstico de los mismos. Luego, la terapista explica al paciente sobre el estado en el que ha encontrado cada uno de sus chakras, cuáles han estado bloqueados o no y el posible origen de ese bloqueo. Seguidamente se procede a colocar las piedras sobre y alrededor del cuerpo del paciente utilizando en cada zona distintas piedras y cuarzos según corresponda al diagnóstico. Si el paciente experimentara frío durante la sesión se le abriga con una delicada manta. Se le sugiere al paciente que durante la sesión trate de mantener los ojos cerrados.
Una vez finalizada la sesión se procede a rastrear con el péndulo nuevamente los centros de energía para evaluar el resultado del efecto de los cristales y si el paciente requiere o no de otra sesión.